Cada mes te cuento sobre qué pasaba 12 meses antes.
El 2022 fué un año de re-significar casi todo en mi vida. Un año dónde cultivé, coseché y disfruté muchas cosas, pero que sin duda fue, sobre todo, la base para todo lo que hoy en día tiene vida, voz y voto.Cada segunda quincena de este año te contaré sobre qué temas se movían el mismo mes, pero del año pasado, y como se conectan con esta idea de hacer las cosas de una manera más propia, real y cruda.
Si miro hacia atrás, un año antes, era 15 de mayo y yo me preparaba para dejar la realidad actual y pasarme unos días en tránsito mientras llegaba a la próxima.
En el -mientras tanto- volví a Barcelona, esa ciudad que tanto me sabe a “casa”. Volví a Gracia, mi barrio amado, a caminar por sus calles por la mañana mientras los vecinos limpian la vereda, mientras con muchísima calma se abren los bares y tiendas.
Volví a la plaza que me acobijó durante tantos años, a mis amigas al rededor de una mesa llena de cervezas, a veces sin alcohol.
A fumar y ponerme los cascos, a veces sin música. A atarme a Aigua a la cintura y salir a contemplar el barrio, meter los pies en las fuentes de esquinas, cruzarme con viejos amigos de Aigua, tomarme un café en el Sol de Nit, comprar verdura en la cooperativa, sentarme en las escaleras de Virreina a comerme una piadina mirando el sol.
Mayo, a la vez, fue de conocer el sur de Catalunya, de mirar paisajes nuevos y volverme a enamorar del momento primavera.
Si miro atrás siento como se fueron soltando cosas, muy poco a poco, desde el momento que nos despedimos de Cadiz y subimos a un coche con lo esencial.
Se que conduje emocionada por irme, por empezar una nueva etapa, por saber que en nada veía a mis amigas, por los eventos venideros, por todo lo que estaba por llegar.
Mis estancias en el presente son breves, efímeras y auto-gestionadas. No son lo naturales que me gustaría. Las tengo que construir, ritualizar, darle cita en la agenda. Pero, cuando suceden, son maravillosas. Casi todo mayo fue en esa clave, estando ahí, en la carne, en el momento, integrando y transitando lo que sucedía en directo. El antes ni el después me preocupaba, estaba en el presente que elegía, quería y necesitaba. No había duda de que todo iba a salir bien.
Es mayo del 2023, y entre movidas de astros y la primavera tardía vuelvo a incorporar el mate a mi vida. Aun sabiendo -creyendo- que me afecta en el mal sentido, decidí darle un lugar en mi fin de semana porque, a la vez que me altera, me enciende, y últimamente pienso que mi fuego necesita avivarse un poco. El mate me da eso de “qué ganas de salir de la cama a tomar mate”.
Este retorno coincidió con que finalmente salió el sol, cambió la temperatura y el verano ya no parece tan lejos. No soy la única que sintió un punch de vida, un abracito al organismo y correcto funcionamiento del sistema nervioso; la luz es más necesaria de lo que somos capaces de imaginar. Así nos lo muestran las plantas.
Por eso, como resultado de la revolución hormonal y festejo de “pulsión de vida”, flexibilicé mi acuerdo con el mate y le dejé también ser parte de mi lunes a viernes.
Desde entonces han pasado cosas maravillosas. En definitiva, lo que sucedió fue que volví a uno de mis rituales más queridos y positivos. El mate puede que me altere por de más cuando es otoño y comienzo a ir hacia dentro o es invierno y necesito “incubar” ideas, emociones y ritmos. Pero ahora, en pleno cambio de estado, con tantas cosas que deseo hacer, sentir y experimentar, su vigorosidad viene a sumarme.
Paralelamente a todo este fuego que vuelve, yo aun me siento en estado de “disculpe la molestias, estamos trabajando para usted”. Una especie de estado de mantenimiento.
En un ejercicio de minimalismo cotidiano, me propongo este mes a dar orden, sentido y cierre a muchas de las tareas, proyectos y cosas que llevo meses en la cabeza. Las temáticas y proyectos que están sobre la mesa este último par de años se van terminando de entretejer y así me preparo también para continuar más ligera, poniendo la energía en otros proyectos y deseos latentes.
Dar estructura y cierre es algo que no hago seguido y, por primera vez, me está resultando fascinante. Es una experiencia nueva la de dar orden y sentido formal a mis historias, tratarlas con respeto, reivindicando el camino por el que me llevó cada proyecto, observando cómo y por qué me atravesaron durante meses/años, siendo sostén y testigo de mis procesos como persona y artista.
Algo un poco relacionado con esto que vi el otro día en instagram sobre Bjork explicando como trata a su obra en similitud a como trata a su hije. Te lo dejo por si querés mirarlo:
Para terminar, como te dije antes, este mes ha sido un mes de transición real para todos los que vivimos en Berlin, porque finalmente el buen tiempo, sol y hasta calor, se han hecho presentes.
Debo decir que he tenido el privilegio de escaparme del invierno, pero aun así, los primeros días de la primavera han sido duros y he notado por primera vez como la falta de luz afecta mi forma de afrontar la vida.
Sin duda siento el chute de energía y alegría que ha traido el cambio de clima. He sentido como mi «refugio» ha mutado y también como se han modificado mis discursos y reflexiones sobre algunas cosas.
Creo que el buen tiempo nos viene a traer esas ganas de estar fuera, en contacto con el mundo en si mismo. Tal vez, parte de lo que he sentido en esta primavera larga fue ese desgano que tanto “miedo” le tengo, esa apatía que me recuerda a otras épocas, ese letargo que pensaba ya no habitaba en mi.
Con motivo de sostener eso que se que me hace bien compartir, estas son las convocatorias, invitaciones y reiteraciones que te hago, por si también estás en ese mood de ser, crear y expresarte con otras:
Si estás en Berlín y te dan ganas de ser parte de encuentros creativos & sensibles, xfa hacémelo saber y así te puedo ir contando las cosas que voy programando.
Si tenés ganas de sumarte a un taller gratuito en Berlin en el que reflexionaremos sobre el medio ambiente, el empoderamiento femenino y la fotografía como herramienta para ello, podés apuntarte acá: https://docs.google.com/forms/d/e/1FAIpQLSemyEBzC1uHR1Imr0u3bTNupLsZuEYqeRiF0AES40J1IVKsTw/viewform
Si no estás en Berlin, pero sos mujer y te dan ganas de sumarte a un canal en el que voy compartiendo cosas que abren diálogos internos y externos, podés chusmear a ver si te dan ganas de unirte acá: https://t.me/crudamente
Este mes de mayo estamos explorando al rededor del término «refugios» y seguiremos cada mes con temas diferentes.
Ahora sí, sin más, que tengas una gran quincena ♥
Disfruté muchísimo de esta lectura.